los ovarios de una mujer producen hormonas que estimulan a las células del revestimiento uterino (endometrio) a multiplicarse y prepararse para un óvulo fecundado. El revestimiento se inflama y se vuelve más grueso.
Si estas células, llamadas células endometriales, crecen por fuera del útero, se presenta la endometriosis. A diferencia de las células que se encuentran normalmente en el útero y que se desprenden durante la menstruación, las que se encuentran por fuera del útero permanecen en su lugar. Algunas veces, sangran un poco, pero sanan y son estimuladas de nuevo durante el siguiente ciclo.
Este proceso continuo lleva a síntomas de endometriosis (dolor) y puede causar cicatrices ( adherencias) en las trompas, los ovarios y las estructuras circundantes en la pelvis.
La causa de la endometriosis se desconoce, pero hay muchas teorías. Una teoría sugiere que las células endometriales que se desprenden durante la menstruación pueden "devolverse" a través de las trompas de Falopio hacia la pelvis. Una vez allí, se implantan o se multiplican en las cavidades abdominales o pélvicas. Esto se denomina menstruación retrógrada. Esto sucede en muchas mujeres, pero puede haber algo acerca del sistema inmunitario en mujeres que desarrollan endometriosis en comparación con aquellas que no padecen esta afección.
Una mujer que tenga una madre o hermana con endometriosis tiene seis veces más probabilidad de desarrollar esta enfermedad que las mujeres en la población general. Otros posibles factores de riesgo comprenden:
- Comienzo de la menstruación a una edad temprana
- Nunca haber tenido hijos
- Ciclos menstruales frecuentes
- Periodos menstruales que duran 7 días o más
- Problemas como un himen cerrado, que bloquea el flujo de sangre menstrual durante el periodo
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