lunes, 1 de mayo de 2017

SUTURA BARBADA

La aparición de las nuevas suturas barbadas es un avance en la realización de nudos y anastomosis, principalmente en cirugía laparoscópica, donde gran parte de los cirujanos se encuentran limitados en la realización de dichas suturas. La sutura barbada parece facilitar la práctica, mejorando claramente aspectos claves en cirugía como son la reproductibilidad y el tiempo operatorio.

Desde el inicio de la cirugía las suturas se han asegurado mediante la realización de un nudo. A pesar de la multitud de materiales usados, no existe evidencia acerca de cuál es la mejor sutura y su forma de anclado óptima. Históricamente, en la realización de una sutura se asume que su fijación debe hacerse mediante anudado final. Para la mayoría de los cirujanos resulta difícil comprender una sutura sin su nudo acompañante. Recientemente se han introducido en el mercado suturas barbadas que permiten la realización de una sutura sin anudado final. Esta revisión pretende analizar las ventajas, seguridad y aplicaciones en el uso de las suturas barbadas

PROPIEDADES DE LAS SUTURAS
La idea de realizar una sutura sin anudado final puede resultar de una dudosa seguridad para muchos cirujanos. Sin embargo, la realización del nudo quirúrgico, aunque ampliamente aceptada por la tradición quirúrgica, tiene algunos inconvenientes:
1. Tensión. Aunque a simple vista el reparto de presiones es similar en toda la línea de sutura, existe un aumento de la tensión en el nudo y en la zona de la sutura más cercana a este. Este «gradiente de tensión» podría interferir en una cicatrización homogénea de los bordes de la herida.

2.Deslizamiento. El punto más débil de cualquier línea de sutura quirúrgica es el nudo. El segundo punto más débil es la parte de la sutura inmediatamente a continuación del nudo, con reducciones del 35 al 95%, dependiendo del estudio y del material usado. Desde el punto de vista biomecánico, estos datos podrían explicarse por los efectos de deslizamiento del propio material de sutura a través del nudo y la inevitable elongación sufrida en el proceso de anudado.

3.Error humano. Para contrarrestar este efecto de deslizamiento en ocasiones se realiza un nudo «demasiado tenso», lo que podría provocar necrosis o fallos de cicatrización en la herida.

4.Cuerpo extraño. Por otro lado, el nudo en sí mismo representa una fuente de reacciones de cuerpo extraño en cualquier sutura. De hecho, se ha objetivado que la reacción inflamatoria circundante está en proporción al volumen del nudo quirúrgico.

5.Uso en cirugía mínimamente invasiva. La llegada de la cirugía laparoscópica ha supuesto un reto desde el punto de vista técnico, sobre todo en las maniobras que requieren especial habilidad como el anudado quirúrgico. Tanto el anudado intracorpóreo como el extracorpóreo requieren de entrenamiento importante, e incluso con este se ha comprobado que frecuentemente los nudos realizados por laparoscopia son menos seguros que los realizados a mano. En los casos donde el anudado es difícil, el uso de suturas barbadas podría mejorar el tiempo quirúrgico, disminuir el cansancio del cirujano.


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